Han pasado ya mas de dos decadas desde que apareció una de las mayores pandemías de la civilización "EL SIDA". Algo tremendamente desconcertante que dejó a millones de mujeres afectadas. Casí treinta años después aún se hace caso omiso a sus secuelas, las que llevan como etiqueta la descriminación, el silencio, el rechazo y un sin fin de prejuicios que han sido dificiles de erradicar. Bien cierto es que la medicina en este campo ha avanzado a pasos de gigante . ¿Pero donde se elabora la otra medicina ? la que curaría el alma de esos millones de mujeres que siguen viviendo en silencio incapaces aún de pronunciarse por miedo a que sus vidas pendientes siempre de una cuerda floja a punto de partirse asuman aún mas sufrimiento.
Es por esto que el mundo necesita una buena dosis de conciencía.
Si vivieramos en un mundo de igualdad ya se hubiera encargado la mujer de no llegar a estos fatidicos extremos.
"ESPERANZA"
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